El azúcar que utilizaremos es el conocido como glacé, artículo que se vende especialmente para adorno de pasteles y pasteles. Lo podemos comprar directamente en el supermercado o fabricarlo en casa utilizando una trituradora de cocina para reducir el azúcar granulada normal a polvo impalpable.

• Elaboramos un recipiente adecuado a partir de una tela mosquitera y un bote de vidrio de boca ancha, por ejemplo los que se utilizan para envasar la miel o la mermelada. Cortamos la parte superior de la tapa y la sustituimos por un círculo de tela mosquitera, de modo que podamos seguir enroscando la tapa y no se desprenda la tela mosquitera al agitar el azúcar con abejas.

• Nos proveemos de un recipiente de fondo blanco o, al menos, por supuesto, que nos permita ver las varroas cuando las hayamos desprendido de las abejas. Un plato desechable de plástico blanco es muy adecuado para este fin.

• Sacudemos unas 200 abejas en el interior del bote de cristal teniendo cuidado de no utilizar el cuadro donde esté la reina, por eso podemos utilizar una plancha acanalada que sea capaz de recoger cuando se caigan del cuadro y, a su vez, facilite la introducción de las abejas en el recipiente de vidrio.

• Tapamos el bote con las abejas dentro.

• Añadimos dos cucharadas llenas de azúcar en polvo y agitamos. Claro, las abejas se llenarán del polvo pero no van a morir. Esta acción hace que los ácaros se desprendan del cuerpo de los insectos y se mezclen con el azúcar.

• Retiramos el azúcar de bote a través de la rejilla de tela mosquitera hasta que sólo queden las abejas con el azúcar adherida, por eso sacudimos el bote con la abertura hacia abajo sobre el plato o recipiente que nos servirá para el análisis. Se aconseja realizar esta operación durante al menos un minuto.

• Ahora sólo queda contar las varroas que han caído en el plato junto con el azúcar. Se puede utilizar algo de agua para diluir el azúcar y que sea más fácil contar los ácaros.

• Las abejas que hemos utilizado para el recuento pueden ser devueltas a su colmena originaria, allí sus congéneres las limpiarán por completo.

• Para calcular el porcentaje real de infección debemos duplicar el porcentaje que resulte de nuestra observación. Esto se debe a que esta es la proporción de cría infectada partiendo de los ácaros que parasitan las abejas adultas. Así, si encontramos contamos una infección de cinco por ciento en nuestro muestreo, la afección real de la colmena será el doble, es decir, el diez por ciento.

Debemos tratar contra el varroasis las colmenas que tengan un porcentaje de infección igual o superior al 10%.

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Fuente: apiten, youtube

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