El polen es utilizado dentro de la colmena, fundamentalmente por las abejas nodrizas, como fuente proteica, ya sea para el desarrollo de sus glándulas hipo faríngeas o, para utilizarlo con algún grado de procesamiento en las papillas con las que se alimenta a todas las larvas.
Alimento a cantidad pero de baja calidad
POL·LEN DE EUCALIPTUS
El polen es utilizado dentro de la colmena, fundamentalmente por las abejas nodrizas, como fuente proteica, ya sea para el desarrollo de sus glándulas hipo faríngeas o, para utilizarlo con algún grado de procesamiento en las papillas con las que se alimenta a todas las larvas.
El polen es además utilizado por las abejas jóvenes para poder completar su desarrollo corporal y el de ciertas glándulas que le permiten cumplir con una serie de funciones en sus actividades dentro de la colmena.
La proteína y los aminoácidos
La proteína está formada por un conjunto de elementos más simples llamados aminoácidos. Cuando falta alguno de los aminoácidos para formar una proteína el cuerpo lo forma a partir de otros aminoácidos que están en exceso. Pero existen ciertos aminoácidos que el organismo de la abeja no puede sintetizar y se llaman aminoácidos esenciales, los que indefectiblemente deben ser incorporados con la alimentación.
En 1953 el Dr A. De Groot estudió los requerimientos de aminoácidos en la abeja y determinó que los mismos 10 aminoácidos esenciales que requiere la alimentación en el humano también son requeridos por la abeja.
Aminoácidos esenciales para la abeja y su requerimiento mínimo:

La concentración de aminoácidos se expresa como "aminoácidos libres", es decir como porcentajes en la proteína "consumida y digerida" en el laboratorio según A. De Groot.
Si uno de estos aminoácidos no está presente en la cantidad requerida por las abejas, entonces éstas no podrán digerir toda la proteína que consumieron. Por ejemplo si un aminoácido se requiere al 4% y está presente en un 3% entonces sólo las ¾ partes de la proteína suministrada podrá ser utilizada por las abejas para su desarrollo corporal. Isoleucina y Valina son los aminoácidos que generalmente se pueden encontrar en niveles de porcentajes inferiores a los requeridos.
Isoleucina:
A. De Groot demostró que los niveles de Isoleucina requeridos por la abeja eran del 4% de la proteína digestible. Varios investigadores Australianos han estudiado que los niveles de Isoleucina en la mayoría de los eucaliptos variaban de 2.7% a 4%. Asimismo, se ha encontrado respuesta al suplemento con Isoleucina sobre todo cuando la colonia está desarrollando cría abundantemente y con un aporte pobre de polen. Esta suplementación con Isoleucina permite que la abeja digiera toda la proteína del polen ingerido. La aplicación práctica de esta información sirve para comprender que la suplementación proteica que utilizamos debería tener más del 4% de Isoleucina para que se digiera toda la proteína del polen recolectado por las abejas que resulte deficitario en Isoleucina.
Proteína corporal de la abeja:
El polen provee a la colonia de abejas de toda la proteína necesaria para el desarrollo del cuerpo y su normal funcionamiento. Las abejas utilizan la proteína existente en el polen fundamentalmente para el desarrollo de los músculos, glándulas y otros tejidos corporales.
Estas proteínas del cuerpo de la abeja pueden ser trasladadas de un sitio a otro de los tejidos de la misma. Por ejemplo, cuando una abeja deja de producir jalea real, la proteína pasa de las glándulas hipo-faríngeas a las glándulas cereras y después a los músculos de vuelo. A su vez, la abeja tiene capacidad de almacenar proteínas a nivel de los cuerpos grasos.
Cuando se da un período de bajo ingreso de polen con ingreso de néctar las abejas nodrizas no pueden desarrollar correctamente las glándulas hipo-faríngeas y por tanto no pueden alimentar las larvas con jalea real. En estos casos son las abejas viejas las que trasladan proteínas de los cuerpos grasos a las glándulas hipo-faríngeas y alimentan transitoriamente a las crías. Esto puede darse por un corto tiempo. La intensidad de trabajo de la abeja nodriza determina mayor desgaste ya su vez la longevidad de la abeja. Cuanto mayor es el contenido de proteínas del cuerpo de la abeja mayor será la vida útil de la misma. Un caso extremo en las necesidades de polen se puede dar ante cortes repentinos de flujo y aportes, cuando las abejas reducen el nido de cría rápidamente, llegando a utilizar en casos de escasez las larvas de zánganos y las de los bordes de los nidos como fuente proteica. Es en estas situaciones extremas en las que se produce este tipo de canibalismo entre las abejas.
Contrariamente a lo que se cree, se ha demostrado que las abejas cuando nacen, todavía no han completado su desarrollo fisiológico y requieren de una alimentación proteica para el inicio del funcionamiento de las glándulas para alimentar a la cría, los cuerpos grasos y otros órganos como las glándulas cereras. Las abejas inician el consumo de polen a partir de las dos horas de nacer y tienen el máximo requerimiento a los 5 días para disminuir notablemente a los 8 a 10 días, para suspender casi por completo a los 15 a 18 días cuando se prepara para realizar las tareas fuera de la colmena. La cantidad de polen consumido por la abeja nodriza depende de la época del año y de la cantidad de cría a alimentar. Los momentos de máximo consumo se dan en el inicio del flujo de néctar cuando está muy desarrollado el nido de cría. La cantidad de polen que consume anualmente una colmena es variable pero oscila entre 20 y 50 kg.
Cuando la abeja realiza un esfuerzo en condiciones normales consume hidratos de carbono, pero cuando este esfuerzo es máximo como en las mieladas de eucaliptos, el aporte de aminoácidos esenciales y de proteínas para sostener y reponer adecuadamente todo el desgaste muscular, es muy importante. En este momento es fundamental la concentración de proteína cruda del polen que consume colmena y los niveles de aminoácidos esenciales del mismo. Los pólenes de eucalipto difieren en cuanto a su composición proteica. Las hay con muy baja concentración de proteína cruda y muy bajos niveles de Isoleucina particularmente.
Esta composición y sobre todo los niveles de proteína cruda, son fundamentales en la fase de preparación de la colmena (pre-melada), ya que afectan significativamente a la longevidad de la abeja, llegando hasta disminuir en un 50% la misma. Este hecho es muy importante porque impide llegar a grandes poblaciones en la colmena, y lo que es más, cuando la abeja llega a pecoreadora le quedan unos pocos días de vida. En consecuencia, se disminuye en mucho la capacidad de pecoreo de la colmena. Los bajos niveles de Isoleucina a su vez potencian este efecto.
Las abejas necesitan polen con al menos 20% de proteína cruda. La mayoría de los pólenes de eucalipto presentan niveles de proteína entre el 18% al 30%, dependiendo de la especie, localización, condiciones climáticas, etc. El polen de eucalipto maculata tiene de 25 a 33% de proteína por lo que es considerado muy bueno para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la colonia en período de máximo esfuerzo como normalmente es un período de alto flujo de néctar de eucalipto. El polen de los pinos tiene del 5 al 7% de proteínas por lo que es una fuente de alimentos nutritivamente pobre.
Las abejas pueden llegar a tener altos niveles de proteína corporal con porcentajes de proteína cruda superiores a 80%. Cuando llegan a este nivel son fuertes, longevas y con gran capacidad para pecorear mucha miel. Paralelamente podemos encontrar colonias con un porcentaje inferior al 30% de proteína corporal, siendo en este caso abejas de corta vida, susceptibles de contraer loque europea, nosema y son muy malas productoras de miel.
El nivel de proteína corporal es muy importante durante el otoño de tal forma que las abejas puedan controlar bien a nosema, invernar en condiciones saludables y desarrollar rápidamente la colonia en la primavera siguiente.
El nivel de proteína corporal se reduce con la producción de miel, de cera, en clima muy caluroso o muy frío y especialmente con el desarrollo de la cría en primavera. Esta proteína cruda se incrementará en la medida en que entre polen con más de 20% de proteína cruda digestible y que las abejas no estén estresadas por un gran flujo de néctar, o condiciones adversas del clima.
El porcentaje de proteína cruda es un buen índice para evaluar la capacidad de invernar, obtener buenas cosechas y resistir enfermedades como el nosema, loque europea y cría yesificada.
¿Cómo se trasladan estos hechos a la cosecha de miel de eucalipto?
En la etapa de premielada, en caso de hacerse con un polen de escaso contenido proteico, menor del 20-25%. Puede dar como resultado una población aceptable pero las colonias verán reducida su longevidad en un 50% y las abejas pecoreadoras tendrán corta vida.
Se debe conocer la calidad del polen de la especie de eucalipto que va a proveer de miel para evaluar si la producción será eficiente. En la etapa post melada de proseguir con niveles bajos de proteína en polen colmena tendrá un desgaste tal que no le permitirá sobrevivir después del invierno.
La proteína y el estrés:
Las abejas requieren diferentes niveles de proteína de acuerdo al estrés al que están sometidas, por tanto, si conseguimos entender el concepto de estrés en la abeja, estaremos en condiciones de tomar mejores decisiones de manejo para una óptima nutrición de las abejas en estas condiciones.
Situación de bajo estrés:
Las colonias poco estresadas muestran poca actividad, las abejas pueden estar desarrollando cría de forma constante, hay poca o nula entrada de néctar, la temperatura del aire es cálida (más de 20º) y sus necesidades son pocas. En estas condiciones las abejas aumentarán su nivel de proteínas corporal y pueden incrementar suavemente su nivel de población si alcanzan pólenes de 12 a 15% de proteína cruda digestible y alcanzar niveles de población razonables en seis a ocho semanas con abejas que pasaron de 40% a 80% de proteína corporal en este período.
Situación de alto estrés:
Las abejas que se encuentran en situación de alto estrés requieren pólenes con índices de proteína cruda digestibles superiores al 20%. Y cuanto más estresadas, mayor la necesidad de proteínas. Las situaciones de alto estrés en la colonia pueden suceder cuando la colonia está en plena melada y cuanto más fuerte, mayor es el estrés. También son comunes en el inicio de la melada cuando se da un gran crecimiento de la cría. O frente a un plan de incentivo de postura de la reina y de crecimiento de la cría. Las temperaturas por debajo de los 20 º o por encima de los 35 º en plena melada. Hay ejemplos de mieladas invernales con bajos niveles de proteína donde las abejas se estimulan a trabajar en la pecorea, desarrollan los nidos de cría, producen cera, se obtiene miel y al finalizar la cosecha colmena colapsa por un estrés proteico. Ésta es una de las explicaciones del debilitamiento, despoblación y muerte de colmenas en muchas floraciones de eucaliptos grandios o globulus, lo mismo puede suceder en mieladas intensas donde hay deficiencia proteica o de algún aminoácido en particular. La mayoría de estas situaciones pueden solucionarse con suplementaciones proteicas basada en harina de soja. Estos suplementos serán más eficientes si se les añade polen fresco de especias ricas de buena proteína.
Longevidad de las abejas y su relación con la nutrición
Colonias con gran fortaleza significan mayor productividad. Los nacimientos de obreras en el eucalipto desde un punto de vista nutricional está relacionado con el área de cría, la proteína y el néctar. La nutrición de las abejas en mieladas de eucalipto presenta generalmente el problema que maximiza las muertes debido a la disminución de la longevidad de la abeja por un bajo nivel de proteínas corporales. El resultado es colonias poco populosas que no pueden mantener una gran área de cría minimizando nacimientos y maximizando muertes.
El nivel de proteína corporal está influenciado por:
- pol · len
- Tasa de natalidad
- Carga de trabajo de la abeja
Todas estas situaciones se dan en plantaciones de eucalipto ya que es común que muchas especies no produzcan polen, otras producen polen en abundancia pero deficientes en algún aminoácido y en otros el flujo de néctar es tan abundante que reduce drásticamente el nivel de proteína corporal de la pecoreadora con su consiguiente muerte temprana. Recordamos el atado que está el nivel de proteína corporal con la longevidad de la abeja y que en fuertes flujos sin el aporte apropiado de polen las pecoreadoras viven de 20 a 26 días, mientras que si mantienen su nivel de proteínas por sobre el 40%, éstas viven más allá de los 46 50 días, de esta forma conseguimos mantener la fortaleza poblacional. En Australia con abejas pecoreando sobre eucalipto es común una longevidad de menos de 20 días. Bajo esta situación de los eucaliptos es deseable una flora de soporte herbáceo o de malas hierbas que aporten polen. La disponibilidad de polen fresco en la melada de eucalipto es la clave para mantener una gran población.
¿Qué manejo dar al apiario en situaciones de mala calidad del polen?
No nos olvidemos que no hay mejor alimento que el polen natural variado y que sólo justifica establecer programas de alimentación en colmenas para la producción de miel si éstas son fuertes y encabezadas por una reina nueva y vigorosa. El apicultor analizará la situación y resolverá si se justifica trasladar las colmenas a zonas con buenos aportes de polen de calidad, alimentar artificialmente sus colmenas o utilizar ambas alternativas.
Para neutralizar el efecto de los flujos de polen pobre en proteínas se pueden utilizar las siguientes maniobras de las colmenas:
- Trasladando las colmenas después de la melada de eucalipto a zonas de buen polen para aumentar la tasa de proteína corporal.
- Trasladando las colmenas a eucaliptos cuando comienza el flujo de miel y polen y no antes ya que la tasa de proteína corporal puede bajar para cuando se inicie la melada.
- Recogiendo polen de buena calidad para darlos a las colmenas en el eucalipto antes del flujo y así aumentar la tasa de proteína corporal de las abejas y dar mayor longevidad a las abejas.
La primera alternativa es la mejor pero no siempre se puede por tanto conviene cosechar polen fresco de buena calidad para dar cuando lo necesite. No hay mejor sustituto del polen que el propio polen y los demás sustitutos proteicos son consumidos con mayor avidez si están mezclados con polen. No es conveniente añadir sustitutos de polen por más de 6 (seis) semanas.
Nota:
- Las opiniones expresadas por el autor, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción AGA
- Debido a la normativa vigente, los textos acotados deben estar en el lenguaje original anexando la fuente.
- Si tiene dudas o desea más información envíenos un mail a info@aga.cat
Fuente: beekeeping
Facebook: Apicultors Gironins Associats
Twitter: @AGA_Catalunya